Mientras estábamos en Perú, en Costa Rica, Walter entretenía y educaba por los colegios con sus marionetas. Estas son algunas de las fotos y las palabras que me mandó el otro día de como fue la experiencia.
«Las visitas a los colegios fueron muy satisfactorias. La mayoría de los niños no habían visto nunca una obra de títeres. Fue un gran acto de confianza ser recibido, en las escuelas, sin tener ninguna referencia previa de la obra que iban a ver. Ese acto se vio recompensado por la diversión, y enseñanza, que recibieron. ¡Muchas gracias a todos los directores, y directoras, que me abrieron sus puertas!»