El pasado 28 de agosto regresamos de Perú. Ha sido un mes intenso en el que se ha rematado con éxito el proyecto para el que llevamos recaudando un año. A partir de ahora iré subiendo los vídeos que hicimos donde se muestra la labor de asistencias médicas y sobre todo la estancia en Casa Hogar con los niños y niñas. Hemos compartido una experiencia buenísima que se ha hecho corta. Vivir el día a día, talleres educativos, deporte y sobre todo convivencia.
En la foto estoy con Elena, la responsable del Tambo de Copallín, uno de los pueblos más alejados y donde más grave estaba la población. Una zona, nos contaba Elena, con más problemas de violencia y pobreza que el resto. Por eso les donamos, los medicamentos que sobraron y les dedicamos más atención. A parte de Copallín, atendimos en Tsuntsuntsa, El Muyo, La libertad, La reserva, Chinganza, Soldado Oliva y Montenegro. Casi 400 personas atendidas y buena experiencia que nos acercó a la población local.
En este caso fue el nuevo Alcalde de Aramango, Nilder Rubio, el que asumió el gasto de nuestros traslados y sobre todo el de los medicamentos que se distribuyeron en todos los pueblos. Los que quedaron por repartir, se dejaron listas a los responsables de cada caserio para entregar a Nilder y que los compre. Desde aquí, agradecerle su disposición y colaboración para esta campaña que terminó con éxito.
Respecto a la Casa Hogar los quince días deberían haber sido meses. Siempre que tomas contacto con este tipo de proyectos lo que falta es tiempo. Cuando comienzas a ganarte la confianza y sobre todo a cogerles cariño, es el momento de marcharse y te queda todo pendiente. Mantendremos el contacto ya que apadrinaremos a dos de ellos.
Tengo que agradecer a Edurne, Marta e Irene, que son algunas de las responsables del proyecto aquí en España, con las que hemos hablado y nos han puesto en contacto para que allí estuvieramos como en casa. Allí gracias a Victor se han organizado todas las asistencias, traslados y disposición en la Casa Hogar. Y para el día a día, Adelaida y Rosa, nos han cuidado como unas madres.
Y para terminar agradecer a mi equipo, Sheila, Virginia, Imanol, Melisa y Lilian, la buena experiencia viajando y en el proyecto. Nada de esto tiene sentido sin vuestra ayuda y amistad que lo hace todo más fácil.
En definitiva un mes buenísimo que ha pasado rápido.
