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orfanato en kenia

En la entrega de los premios pie derecho, otra de las asociaciones que subieron al escenario a por el galardón, fue Asociación índigo. Sin terminar la ceremonia, me acerqué a Sandra y le dije: «el año que viene iré a tu orfanato». Ella asintió, sonrió y me dio las gracias, pero en su mirada supe cuantas personas le habían ofrecido algo y después no habían cumplido.

Uno de nuestros principios es el compromiso, otro es no ofrecer nada que no puedas cumplir. Así que me puse en marcha para recaudar dinero y ayudar en la mejora de las instalaciones que tienen en Mfangano. Tuve la suerte de vivir casi los comienzos, cuando aún no había más que un pequeño dormitorio-aula y estaban terminando la casa de voluntarios.  Hoy ya tienen tres aulas, un espacio grande donde dormir, electricidad y agua… Todo con mucho esfuerzo. El número de niños y niñas que atienden ha crecido mucho respecto a mi estancia allí.

A parte de las charlas y actividades como el taller de yoga, realicé de nuevo un viaje en bici para recaudar dinero y dar visibilidad cada día a que era el proyecto en Mfangano. Este es el vídeo con el que anuncié aquel proyecto de recaudación. Un viaje que me llevó de Pamplona a Marrakech.

Después de esa experiencia y con las actividades, conseguí 2700€. No era gran cosa, pero con ese dinero avanzamos mucho en la construcción de las dos aulas. La estancia allí fue maravillosa, estuvimos un grupo de voluntarios muy bien avenido, en mi caso la labor se centró en ayudar al albañil a cerrar las aulas y poner las ventanas, también realizar el vídeo que ayudase a Índigo a captar nuevos voluntarios. Y este fue el reportaje que hice.

A la vuelta del proyecto escribí este artículo para el Diario de Navarra y gracias a él, un hombre se puso en contacto conmigo e hizo una generosa aportación para el proyecto, con lo que al final Y os lo cuento aportó 5200€. Este fue el vídeo agradecimiento de los niños.

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